lunes, 26 de octubre de 2009


Seducir a alguien es lograr que desee lo que uno quiere que desee. Seducir es incentivar, estimular, provocar el deseo en el otro. Muchos esperan en silencio detectar una señal en el ser amado, esperan ser deseados. A otros, lo que los seduce, es sentirse deseados. A otros, nos seduce lo opuesto, sentirse no deseados. A otros, los seduce lo prohibido, lo imposible, lo que no pueden tener. ¿Existe una sola manera de seducir? ¿Es posible seducir a alguien que no nos desea? ¿Alcanza con la seducción para el amor? Si se desea lo que no se tiene, cuando se tiene, ¿se sigue deseando? ¿Tendrán algún efecto las “técnicas de seducción”? Todo un tema el de la seducción… ¿Nunca te pasó que no sabes cómo hacer para que la otra persona se de cuenta de lo que te pasa sin echar a perder esa relación?…

Para seducir hay que tener la paciencia del pescador, saber esperar el momento exacto. Yo creo, que tal vez la mejor técnica sea no tener técnicas… pero guiándonos a través de la intuición seguramente sea mas fácil que a través de la razón. Tanto especular, le juega en contra a la seducción. La intuición, en cambio, nos abre nuevas puertas, nos da nuevas llaves.

Uno pretende que sueñen con nosotros, queremos ser el único en la vida del otro, pero solo se puede aspirar a ser el elegido. Seducir tiene sus vueltas; a veces, el amor muere cuando damos nuestro amor por sentado, y renace cuando sienten que pueden perderlo. Nos preocupa mucho que no haya terceros dando vueltas, pero a veces, esos terceros ayudan a la seducción, la encienden. El mayor riesgo de un seductor es caer seducido; ahí se vuelve torpe, predecible. El riesgo de un seducido, es su inseguridad, que puede llevarlo a cometer ciertas torpezas… Uno no sabe por qué ama, ni por qué es amado. Seducir tal vez sea simplemente ayudar un poquito a esa magia que ocurre, sin que sepamos bien cómo ocurre, ni por qué.


bado 31!

No hay comentarios:

Publicar un comentario