viernes, 9 de abril de 2010

Nadie deja que muera una flor tan bella, ni deja sin castillo una doncella, quien bajo del firmamento tan linda estrella, le pago con sufrimiento y hoy no brilla ella.

Todo fue culpa de usted que la dejo llorando, y aun aqui estoy yo por sus besos rogando, ¿como no pudo ver lo que por dentro es? Ya no quiere querer.. 
¿y que le puedo hacer? 

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